viernes, 2 de enero de 2009

Primera lectura

transcribo la crónica de la lectura que hace Rogelio Ferreyra, desde proyecto tarot colectivo

(…) En base a ciertas consideraciones, decidimos considerar al grupo presente como una entidad objetiva y, como tal, afectada a un destino propio y por tanto susceptible de una lectura de cartas.

Elegimos una lectura titulada "La lección de vida", que suelo adaptar como "la lección referida a...", y que en este caso representaría lo que cada uno de nosotros debe aprender (o va a aprender a la fuerza) de la experiencia y cruce de caminos dentro del grupo.

La lectura consta de seis posiciones que son: lo que se va a aprender, lo que va a distraer de aprenderlo, lo que va a apoyar el aprendizaje, el vehículo a través del cual se va a realizar el aprendizaje, la perspectiva a asumir y la perspectiva a descartar.

Y en el primer lugar va y sale el Mago, invertido.
Nos miramos con Oveja, tan contentos que veníamos.Pienso rápido.

No sé cuántos de los presentes saben de tarot, pero sí sé que son todos inteligentes y sensibles a la metáfora visual.
Y que Oveja y yo ya pusimos cara.
Y que faltan cinco cartas, pero esto no lo endereza nada.
Y que de todas formas nunca fui de dibujar las cosas, acepto mucho lo que sale, sea lo que sea.

Así que fuí honesto y dije lo que verdaderamente pensaba, y seguí una lectura en la que terminaron saliendo, en serie, el nueve de bastos invertido, la Muerte, invertida, el nueve de copas, invertido, la Sacerdotisa al derecho (un respiro!), y el cinco de espadas, también al derecho, el muy cretino.

El resumen de la lectura es que la lección que aprenderíamos juntos sería la de convivir con la frustración y la incapacidad de hacer lo que quisiéramos, afectada por el temor al cambio e incrementada por el cansancio, la insatisfacción, y la tendencia a apresurarnos en valorar como definitivos los logros y reveses circunstanciales.
Lo único que estaba indicado positivamente era la necesidad de apoyarnos en la intuición para ir más allá de lo evidente, tanto en las buenas como en las malas experiencias.

Tal vez los años, tal vez el clima que se había generado en la charla, no me sentí en absoluto preocupado: cualquier cosa que tuviera que aprender en semejante compañía, no podría ser una mala experiencia (…)

No hay comentarios: